No hay que ser un bailarín profesional, sino
simplemente divertirse al bailar, con resultados sobre la autoestima de
quien lo hace, mejora la capacidad de resolver problemas y ayuda a los
pacientes con mal de Parkinson.
Son muchas las personas que eligen el baile como una
forma de mantenerse activos, y basan esta elección en que bailar además
de ejercitarlos les levanta el ánimo.
Aunque pareciera que estas sensaciones son personales y no tienen un
fundamento racional, ahora se puede afirmar a ciencia cierta que bailar
tiene beneficios para la salud y la personalidad de quien lo hace.
Los resultados se basan en el estudio que realizó el Centro de Psicología del Baile de la Universidad de Hertfordshire, donde declaran que no solo eleva el ánimo bailar, sino que también tiene efectos sobre la salud y la personalidad de quien lo realiza. El estudio indica que las personas que bailan regularmente tienen una autoestima superior a aquellas que no lo hacen, y que tiene buenos efectos a la hora de relacionarse, especialmente en la búsqueda de pareja. Aunque sin duda uno de los resultados que más sorprende es que las personas que sufren del mal de Parkinson y practican algún tipo de baile tienen una mejor calidad de vida que otras personas con la misma enfermedad.
El bailarín profesional y psicólogo Peter Lovatt unió sus dos pasiones mediante este estudio, donde entrevistó a más de 14 mil personas, llegando a la conclusión que las mujeres que bailan desarrollan más seguridad en todos los aspectos de su vida.
Sin embargo, no solo la confianza se ve estimulada al mover las caderas, sino también ciertas operaciones mentales básicas que sorpresivamente dependen del tipo de baile que se ejecute.
Los bailes con pasos establecidos como las coreografías simples, permiten que las personas puedan realizar operaciones matemáticas simples con mayor facilidad, sin embargo el baile improvisado y libre permite resolver los problemas que presentan más de una solución posible.
Liberar tensión y estrés parece ser una buena excusa para bailar, a las que ahora se suman una mayor estima y la resolución de problemas de salud.
Los resultados se basan en el estudio que realizó el Centro de Psicología del Baile de la Universidad de Hertfordshire, donde declaran que no solo eleva el ánimo bailar, sino que también tiene efectos sobre la salud y la personalidad de quien lo realiza. El estudio indica que las personas que bailan regularmente tienen una autoestima superior a aquellas que no lo hacen, y que tiene buenos efectos a la hora de relacionarse, especialmente en la búsqueda de pareja. Aunque sin duda uno de los resultados que más sorprende es que las personas que sufren del mal de Parkinson y practican algún tipo de baile tienen una mejor calidad de vida que otras personas con la misma enfermedad.
El bailarín profesional y psicólogo Peter Lovatt unió sus dos pasiones mediante este estudio, donde entrevistó a más de 14 mil personas, llegando a la conclusión que las mujeres que bailan desarrollan más seguridad en todos los aspectos de su vida.
Sin embargo, no solo la confianza se ve estimulada al mover las caderas, sino también ciertas operaciones mentales básicas que sorpresivamente dependen del tipo de baile que se ejecute.
Los bailes con pasos establecidos como las coreografías simples, permiten que las personas puedan realizar operaciones matemáticas simples con mayor facilidad, sin embargo el baile improvisado y libre permite resolver los problemas que presentan más de una solución posible.
Liberar tensión y estrés parece ser una buena excusa para bailar, a las que ahora se suman una mayor estima y la resolución de problemas de salud.
Artículo original: http://www.lr21.com.uy/
Ofrecido por : www.escuelaflow.es
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