lunes, 19 de julio de 2021

10 libros clave que todo profesor de danza debe tener

 

¿Te gusta leer? ¿Necesitas ampliar tu conocimiento acerca de la danza? ¿Quieres ofrecer material de calidad a tus alumnos? A continuación, te propongo una lista de libros de danza que te servirán para enriquecer tus conocimientos. Aprovecha y en el Día del Libro regala danza.

Clases de danza

Si hay algo que he aprendido en mi casa, es la importancia de crear una buena biblioteca. Tener un libro al que acudir para consultar información; aprender conocimientos nuevos; descubrir historias o personajes; o reforzar nuestro campo de conocimiento, son motivos, más que de sobra para tener una buena colección. Si bien es cierto que en el campo de la danza, a diferencia de otras áreas de conocimiento, el número de títulos es bastante más reducido, este hecho no significa que no existan libros. Personalmente, me gusta ofrecer a mis alumnos material bibliográfico y marcar la diferencia en mis clases. Por ello, a continuación te dejo un listado de obras que, desde mi humilde opinión, no deben faltar en la biblioteca de un profesor de danza:

La danza académica y su metodología:

África Hernández  recopila en distintos libros, divididos por cursos, la enseñanza y el aprendizaje de la danza académica en base al método Vagánova. Esta pedagoga hace hincapié en la base musical y hace sus propias aportaciones metodológicas. La autora explica los conceptos de una forma muy desmenuzada y accesible, consiguiendo que la suma de las partes formen un todo. En cada libro se explican los objetivos y contenidos de cada curso; cómo enlazar el paso de un curso a otro; y los ejercicios correspondientes a cada nivel. La obra es todo un compendio de la enseñanza de la Danza Clásica.

La danza académica y su metodología. África Hernández 

La Danza Española. Su aprendizaje y conservación:

Rocío Espada es la autora de este libro, en el que se tratan las modalidades de la Danza Española. En él se explica la importancia de la danza clásica como base académica. También se hace un repaso a la historia y evolución de la danza. Asimismo y lo más interesante es el desglose que se hace de la Escuela Bolera, el Folklore, el Baile Flamenco y la Danza estilizada, al tiempo que, al finalizar cada apartado se hace un resumen gráfico. A nivel del estudio del Folklore, el libro cuenta con dibujos y material gráfico de cada uno de los trajes regionales de España. Sin duda, un básico para los profesores de danza.

 

La Danza Española. Su aprendizaje y conservación 

Psicología de la danza:

Esta obra, elaborada por Jim y Ceci Taylor, está dirigida a bailarines y profesores y presenta las claves para superar los obstáculos mentales y alcanzar el máximo rendimiento artístico. Sirve para potenciar la confianza en el alumno, aumentar la motivación, ayudar a superar lesiones, combatir el estrés y mejorar la concentración, entre otros aspectos. Si eres docente este libro será tu mejor herramienta para entender a tus alumnos, porque no hay que olvidar que la danza se mueve a través de emociones y hay que saber gestionar los estados de ánimo para alcanzar la máxima eficiencia.

Psicología de la danza 

Cartas sobre la danza y los ballets:

Este libro, obra del maestro y coreógrafo suizo Jean Georges Noverre, es una referencia dentro de la historia de la danza. Noverre fue un revolucionario del mundo artístico y en pleno siglo XVIII se impuso a los cánones artísticos marcados por Francia. Divulga y entiende la danza como medio de expresión y aboga por utilizarla para expresar sentimientos. A lo largo de las 15 cartas, Noverre muestra su carácter revolucionario dentro de la danza de la época y marca un punto de inflexión, en el que la técnica se pone al servicio del arte. El libro sigue siendo actual puesto que se puede adaptar a cualquier evolución que el movimiento artístico presenta.

Cartas sobre la danza y los ballets 

 Mariemma. Mis caminos a través de la danza. Tratado de Danza Española:

Sin lugar a dudas, Mariemma es un referente en el mundo de la danza y, más concretamente, en la Danza Española. Ella impulsó este tipo de danza tal y como lo conocemos actualmente y estableció las modalidades de Escuela Bolera, Folklore, Baile Flamenco y Danza Estilizada. En este libro, redactado por ella misma, se conjuga la parte histórica y artística de la danza. Mariemma también recopila la nomenclatura de los pasos y un glosario de términos muy útil para profesores y estudiantes de danza. La obra se completa con una propuesta de varios ejercicios para practicar en clase y la biografía de la autora.

Mariemma. Mis caminos a través de la danza 

Historia del Baile Flamenco:

José Luís Navarro García nos presenta una completa colección de cinco libros en los que se profundiza en el Baile Flamenco. Navarro explica los orígenes del flamenco y su evolución. También recopila las distintas épocas que existen dentro de este arte dancístico, así como las figuras relevantes y que han marcado época en el flamenco. Esta obra resulta interesante porque se centra en el flamenco como danza, pero sin olvidar la importancia del cante y el toque. Sin duda alguna, no debe faltar en las estanterías de quienes aman este arte. Además, los libros se pueden adquirir por separado o en un único pack, presentado en un estuche.

 

 Historia del baile flamenco

Anatomía para el movimiento:

Blandine Calais-Germain propone un libro de anatomía totalmente entendible para bailarines y docentes de danza. No hay que ser médico para comprender las explicaciones ya que, además de ser asequibles vienen acompañadas de ilustraciones muy pedagógicas. De este libro también resulta interesante que las explicaciones enlazan la anatomía con los distintos movimientos que se realizan en danza (de ahí su título). Es una obra muy recomendable para hablar con propiedad en las clases, sobre todo, en las que se explican principios del movimiento y es esencial indicar al alumno qué músculos intervienen en la acción.

 

Anatomía para el movimiento 

The Bolero School:

Este libro es una joya histórica. Marina Grut recopila todo el legado artístico de la familia Pericet en referencia a la Escuela Bolera. El lector puede consultar todos los pasos y su explicación. Además, la autora también recopila todos los bailes de repertorio de la Escuela Bolera, según la familia Pericet, acompañado del toque de palillos de cada coreografía. La obra cuenta con numerosas ilustraciones, así como los datos históricos y los personajes más relevantes de esta modalidad. También resulta interesante que el libro viene acompañado con un dvd, en el que se interpretan todos los bailes de repertorio.

The Bolero School 

Mi cuaderno de ballet:

Este libro, de Consuelo Molina, va dirigido a profesores y alumnos (en edades tempranas) de Danza Clásica. Está totalmente ilustrado y es muy pedagógico, ya que el alumno tiene la oportunidad de dibujar, colorear y realizar actividades relacionadas con los principios del movimiento que se van explicando en clase. Lo ideal es que el profesor vaya explicando cada apartado en clase y realice ejercicios prácticos y el alumno en su tiempo libre vaya rellenando el cuaderno. Además, el libro también recoge la explicación de grandes ballets, tales como Giselle, El Cascanueces, El lago de los cisnes o Coppelia.

 

Mi cuaderno de ballet 

Bailando un tesoro:

Este libro de Azucena Huidrobo resulta muy atractivo para que los más pequeños descubran que es la Danza Española. A través de un lenguaje sencillo y repleto de ilustraciones, conseguirás que tus alumnos queden completamente enamorados de la danza y, de algún modo, se sientan identificados con los personajes. La obra cuenta con el apoyo logístico del Ballet Nacional de España, máximo exponente de la Danza Española en nuestro país. La autora cuenta con otro libro Quiero bailar flamenco, el cual también será de utilidad para nuestras clases ya que narra la historia de una bailarina llamada Sara, desde su primer día hasta su actuación final.

A esta lista de 10 esenciales, quiero añadir mi auto regalo del Día del Libro: Oposiciones Danza Española. Temario, programaciones y unidades didácticas. La autora del libro, María Sánchez Izquierdo, ha recopilado el temario actual propuesto para las oposiciones, así como ha elaborado distintas programaciones y unidades didácticas. La obra, sin duda, es clave para que los profesores no desistamos en nuestro empeño de preparar el examen y creo que era necesario que alguien dedicara tiempo y esfuerzo a recopilar todo este material.

Bailando un tesoro 

Para adquirir libros de danza os recomiendo  dos tiendas especializadas que tienen venta online: Librería Deportiva Esteban Sanz (aunque si tenéis oportunidad visitad la tienda, ubicada frente al desaparecido Teatro Albéniz de Madrid); y el Argonauta.

Y hasta aquí, mi lista de libros clave para la enseñanza de danza. ¿Y tú? ¿Ya tienes tu propia biblioteca? Espero tus sugerencias. Seguro que son de gran utilidad.

Fuente: https://anallopisdanza.wordpress.com/

https://www.escuelaflow.es/clases 

lunes, 5 de julio de 2021

La música puede ser una excelente manera de mejorar el estado de ánimo

 Un hombre sostiene una trompeta

Esos fueron los hallazgos de un nuevo informe del Global Council on Brain Health (GCBH), un equipo de trabajo, fundado por AARP, de científicos, profesionales de la salud y otros expertos. Su último informe, "Music on Our Minds", destaca las investigaciones que muestran el efecto positivo de la música en el bienestar emocional, incluida la mejoría del estado de ánimo, la disminución de la ansiedad y el manejo del estrés.

"Hay tantos mecanismos que explican el gran impacto que puede tener escuchar una pieza musical", dice la colaboradora del informe Suzanne Hanser, presidenta de la International Association for Music & Medicine (IAMM) y profesora de musicoterapia en Berklee College of Music.

Como detalla el informe, ese impacto empieza en el cerebro, donde la música activa muchas regiones, incluidas las asociadas con la emoción y la memoria. "La música que se tocó en tu boda o en un servicio religioso, o incluso en un concierto o en una fiesta a la que fuiste, se preserva para las vías neuronales que conectan esa melodía con sentimientos muy positivos", explica Hanser.

Las investigaciones muestran que la música puede tener un efecto beneficioso en las sustancias químicas del cerebro, como la dopamina (que está relacionada con los sentimientos de placer) y la oxitocina (la "hormona del amor"). Y hay evidencia moderada de que la música puede ayudar a disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés).

El informe también incluye los hallazgos de la encuesta de AARP del 2020 sobre la música y la salud cerebral, una encuesta representativa a nivel nacional de 3,185 adultos que demostró que escuchar música —ya sea música de fondo, o al escuchar grabaciones atentamente o en presentaciones musicales— tiene un pequeño impacto positivo en el bienestar mental, la depresión y la ansiedad.

"Especialmente ahora, en tiempos en los que las personas se sienten tristes, estresadas y aisladas por la pandemia de COVID-19, la gente debe acudir a la música para mejorar su bienestar mental", indica la directora ejecutiva del GCBH Sarah Lenz Lock, vicepresidenta sénior de política de AARP.

Para incrementar los beneficios de la música en la salud cerebral, Hanser dice que cualquier persona puede adaptar algunos de los métodos que usan los musicoterapeutas capacitados. Uno de ellos es lo que ella llama la escucha "profunda" o activa —en vez de poner música como sonido de fondo, dedica tiempo para concentrarte en lo que oyes y toma nota de los sentimientos, recuerdos y sensaciones corporales (ya sea que tu ritmo cardíaco se desacelera o que sientes la necesidad de levantarte y bailar) que surgen a medida que escuchas—.

"Todos podemos hacer eso, incluso cuando nos sentimos muy aislados o tristes", señala. "Podemos tomar el control; la música puede facultarnos para hacernos sentir de manera diferente".

Estos son algunos de los consejos del informe:

Explora la tecnología que te permite escuchar música en varios dispositivos, como tu teléfono o televisor. Prueba las aplicaciones de música como Spotify o Pandora, que te sugieren música nueva que quizás disfrutes en base a algoritmos que identifican música similar a tus selecciones actuales.

Disfruta escuchar música familiar que te consuele y traiga recuerdos y asociaciones positivas.

Si estás triste, prueba escuchar o crear música para mejorar tu estado de ánimo o aliviar sentimientos de depresión.

Baila, canta o muévete al ritmo de la música. Estas actividades no solo proveen ejercicio físico, sino que también alivian el estrés y crean conexiones sociales —y son formas divertidas de estimular tu cerebro—.

Aunque escuchar música que conoces y disfrutas tiende a causar la respuesta cerebral y la liberación de dopamina más fuertes, prueba escuchar música nueva. Las melodías no familiares pueden estimular tu cerebro y proveer una nueva fuente de placer a medida que te acostumbras a escucharlas.

¡Haz música tú mismo! Hacer música incluye cantar y tocar un instrumento. Aprender a tocar un instrumento musical puede ofrecer una sensación de dominio y autoestima, y aumentar la actividad cerebral. Cantar puede ser la manera más sencilla de empezar.

Fuente: https://www.aarp.org/espanol/

https://www.escuelaflow.es/ 

lunes, 21 de junio de 2021

Isadora Duncan, biografía de la fundadora de la danza moderna

 

La vida de Isadora Duncan fue una mezcla de talento, rebeldía y tragedia. No solo revolucionó el ballet clásico, sino que además se atrevió a pensar y a expresarse con libertad, sin importarle lo que dijeran de ella.

Isadora Duncan fue una de esas mujeres que llegaron al mundo para romper esquemas. Se la considera fundadora de la danza moderna y una de las personalidades más fascinantes y revolucionarias del mundo artístico. Además, su vida y muerte se movieron dentro de las coordenadas de lo insólito.

La vida de Isadora Duncan también estuvo marcada por el dolor y la tragedia. Quienes la conocieron la describían como una mujer generosa y maternal. Para el público, siempre fue alguien que llevaba al límite la expresión de los sentimientos a través del cuerpo. Asimismo, era vista como una mujer que siempre dijo lo que pensaba.

“Mi lema: sin límites”.

-Isadora Duncan-

El estilo de danza de Isadora Duncan era puro sentimiento, se atrevió a romper con la rigidez de la danza clásica y ofrecer unos movimientos más genuinos.

En su autobiografía, dice que se enamoró del baile viendo el movimiento de las olas en el mar. Por eso, sus movimientos eran libres y fluidos, dotados de la máxima expresión emocional, como si se dejara envolver por el vaivén de las olas del mar.

Isadora Duncan

Primeros años de vida

Su verdadero nombre era Dora Ángela Duncan; nació en San Francisco (Estados Unidos), el 27 de mayo de 1877. Su padre, Joseph Charles, era un banquero prestamista y su madre, Dora Gris, una profesora de música. Tuvieron cuatro hijos e Isadora era la menor. Siendo todavía muy pequeña, su padre los abandonó.

La familia pasó por grandes dificultades económicas. De esta manera, la madre de Isadora comenzó a impartir clases de piano con el fin de solventar los gastos; posteriormente, fundó una escuela de danza. Los dos hijos mayores colaboraban como profesores en la escuela de su madre. Con apenas 10 años, Isadora decidió interrumpir sus estudios y dar clases con sus hermanos a los alumnos más pequeños.

Más adelante, la familia se mudó a Chicago. Allí, Isadora estudió danza clásica. Pero un incendio dejó a la familia en la calle y, como consecuencia, tuvieron que mudarse de nuevo, esta vez, a Nueva York. En la gran ciudad, la joven Isadora consiguió hacerse un hueco en una compañía de teatro. En 1898, el padre, todavía ausente, murió trágicamente en un naufragio.

Isadora Duncan en Europa

Quizás por su admiración a los clásicos europeos de la música, Isadora Ducan se empeñó en viajar a Europa. Convenció a su familia para hacerlo a pesar de que, en aquel entonces, el movimiento migratorio se daba a la inversa: de Europa a Estados Unidos. Los Duncan se instalaron en Londres y, más adelante, en París.

Isadora dedicó mucho tiempo a la contemplación del arte griego en los grandes museos de Europa. Adoptó para su danza varias de las posturas que veía en las esculturas. Sus experiencias previas y estos hallazgos comenzaron a darle forma a su estilo, que cambió para siempre la historia de la danza.

Isadora Duncan  comenzó a salir descalza a escena y solo cubierta por una túnica de estilo griego. También llevaba el cabello suelto y danzaba al ritmo de composiciones que no estaban hechas para el baile. Improvisaba y creaba en plena escena. Atrás quedaban los tutús, los velos y los movimientos rígidos de la danza clásica.

Una revolucionaria

Como era de esperar, en sus comienzos, fue duramente criticada. Sin embargo, en poco tiempo, despertó la admiración de los conocedores y los críticos. No solo era irreverente en el mundo de la danza, sino que también su vida personal estaba llena de escándalos para la época. Así, Isadora Duncan decidió olvidar las imposiciones del momento y ser madre soltera de dos hijos.

Tuvo muchos amantes, algunos de ellos muy famosos. También corrieron rumores acerca de su supuesta homosexualidad, pero no existe ninguna evidencia de que haya sido así. Resultó una personalidad tremendamente escandalosa para la época. En una ocasión, se quitó la túnica y expuso su pecho desafiando al público en torno a la autenticidad de su danza.

En Argentina, bailó el himno nacional del país en un bar. No era nada cuidadosa con sus finanzas y, como consecuencia, tuvo que pagar la cuenta de un hotel con un abrigo de piel y algunas joyas de su propiedad. En Estados Unidos, la apodaron despectivamente como ‘zorra comunista’, por una arenga que desgranó frente al público.

Isadora Duncan bailando

Un final trágico

El momento más difícil de su vida, sin duda alguna, tuvo lugar en 1913. Sus dos hijos, que todavía eran pequeños, murieron cuando el vehículo en el que viajaban tuvo un accidente en el río Sena, de París. Le llevó años superar esta tragedia, si es que, en algún momento de su vida, pudo superarla.

Isadora Duncan se hizo admiradora de la revolución rusa y fue invitada por el propio Lenin a vivir y crear en Rusia. Allí, conoció al poeta Serguéi Esenin, 17 años menor que ella, y se casó con él. El matrimonio duró poco, debido al alcoholismo de Esenin, que terminó aislado en un hospital psiquiátrico en el que se suicidó.

Dos años después, el 14 de septiembre de 1927, Isadora Duncan murió. Llevaba una larga chalina que le bordeada el cuello. Así se subió a un auto, con tan mala fortuna que la chalina se enredó en una de las llantas. Dicen que sus últimas palabras fueron “Me voy al amor”, haciendo alusión a una cita privada a la que acudía.

Irreverente, fascinante y, desde luego, atípica, Isadora Duncan es una de esas figuras inolvidables, que ha pasado a los anales de la historia por su habilidad para la danza, pero también por romper moldes. Moldes sociales que les imponían a las mujeres y moldes en el mundo artístico, concretamente, la rigidez de la danza.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/

https://www.escuelaflow.es/clases/clases-de-danza-contemporanea 

lunes, 7 de junio de 2021

Emociones musicales, un placer ancestral capaz de modificarnos

 

La música es alquímica: nos transforma, modifica el estado de ánimo e incluso el comportamiento. ¿Cómo puede ocurrir algo así? La clave está en las emociones que despierta en nosotros y en las variaciones que genera en el cerebro. Lo analizamos.

Las emociones musicales han estado presentes en el ser humano desde el inicio de los tiempos. Por ejemplo, el Homo sapiens del paleolítico construía flautas y se cree que celebraban actos comunitarios en los que disfrutar de sus propias composiciones. Es más, desde la Universidad de Reading (Reino Unido) señalan que incluso los Neandertales tenían su propia música y su danza.

Apreciar el lenguaje musical, crearlo y deleitarse con él es algo que nos define y que nos acompaña en cada instante de nuestras vidas. Las reacciones psicofisiológicas que nos evoca son inmensas e increíblemente variadas. Se nos acelera el corazón, los recuerdos despiertan, la creatividad se despereza y segregamos neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas o serotoninas para llenarnos de gratas sensaciones de bienestar.

A veces, nos basta con escuchar una canción de poco más de tres minutos para experimentar un notable cambio en la actitud, el estado de ánimo y el comportamiento. Esta alquimia sensacional ha llamado desde siempre la atención de los neurocientíficos, quienes llevan décadas intentando profundizar mucho más en esa experiencia músico-emocional para comprenderla.

Esto es lo que sabemos hasta el momento.

Hombre tocando instrumento tradicional para despertar emociones musicales

Emociones musicales: ¿qué son y qué finalidad tienen?

Cuando hablamos de emociones es común que nos vengan a la mente términos como “alegría”, “tristeza”, “miedo”… Ahora bien, cuando nos referimos a las emociones musicales el tema difiere bastante respecto a los estados emocionales básicos. Es como si en las profundidades del cerebro, dispusiéramos de unos mecanismos neuronales diferentes y orientados a generar cambios en el estado de ánimo y el comportamiento.

Un ejemplo: sabemos que las personas afectadas de alzhéimer presentan un claro deterioro en todos esos procesos cognitivos vinculados a la memoria, la atención, etc. Sin embargo, basta con hacerles escuchar una música determinada o una canción de su juventud, para que sus mentes despierten, para que sus emociones vibren de felicidad.

Así, trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Helsinki nos indican algo interesante. Las regiones cerebrales corticales y subcorticales vinculadas al procesamiento musical se conservan relativamente bien en el envejecimiento y también en procesos demenciales. Aún más, sabemos incluso que la memoria musical se procesa en áreas cerebrales diferentes a la memoria episódica, la semántica o la autobiográfica.

Profundicemos un poco más.

¿Qué son las emociones musicales?

Patrik N. Juslin es profesor de psicología en el Departamento de Psicología de la Universidad de Uppsala (Suecia), donde dirige su investigación y enseñanza sobre psicología musical. Uno de sus trabajos más conocidos es precisamente su libro Musical Emotions Explained. Así, algo que nos señala en primer lugar es que este mecanismo, este instinto que nos permite disfrutar de la música está presente en nosotros desde el inicio de la humanidad.

Las emociones musicales modifican el cerebro para evocar una amplia variedad de estados afectivos. Todos nuestros sentidos reaccionan ante la música y pocas veces nos deja indiferente. En ocasiones, experimentamos tristeza y con ella evocamos de manera más relajada momentos complicados de nuestro pasado.

Otras veces, la música hace de extraordinario canal para la alegría, la positividad, la esperanza… Nos hace bailar y nos invita a socializar. Ahora bien, hay momentos en los que una composición también puede suscitarnos inquietud, misterio y hasta angustia. De esto saben bien los compositores de las bandas sonoras, quienes buscan generarnos una emoción concreta acorde a una escena de esa película.

En esencia, las emociones musicales son respuestas psicofisiológicas capaces de cambiar el estado de ánimo e incluso el comportamiento.

¿Qué finalidad tienen este tipo de emociones?

Dylan Van Schyff, profesor de la Universidad de Música y Artes Escénicas de Graz en Austria, realizó un interesante estudio sobre las emociones musicales. Hasta el día de hoy concebimos la comprensión del mundo emocional a través de trabajos como los de Antonio Damasio o Paul Ekman. Sabemos, por tanto, que cada una de estas realidades psicofisiológicas tienen una finalidad concreta.

Toda emoción, incluido el miedo o la tristeza, nos permite adaptarnos mejor al entorno. Son improntas biológicas que desencadenan una serie de cambios para que podamos actuar y reaccionar. Ahora bien, mientras el miedo, por ejemplo, nos ayuda a defendernos de los peligros… ¿qué función tendrían las emociones musicales?

En realidad, los mecanismos que orquesta en nuestro interior son múltiples y los beneficios infinitos:

  • La música está asociada a los circuitos de recompensa cerebrales. Nos orientan hacia comportamientos adaptativos que median en el bienestar y el equilibrio interno.
  • Asimismo, tampoco podemos negar algo: la música favorece la socialización en muchos casos. Compartimos con otras personas nuestros gustos, disfrutamos de los conciertos con grupos amplios, etc.
  • La neurobiología de la experiencia musical nos dice que este estímulo, además de variar nuestras respuestas sociales y afectivas cotidianas, también cambia los procesos cognitivos. Una canción puede despertar retazos de nuestro pasado y nos ayuda a recordar. En otros casos, favorece nuestra creatividad o incluso nuestra concentración.
Chica tocando guitarra sintiendo las emociones musicales

La emocional musical es un tipo de lenguaje más

Solo el ser humano tiene la capacidad de crear música. Nuestras capacidades superiores nos permitieron algo más que dar forma al lenguaje y a la comunicación entre nosotros. También fuimos capaces de crear otro tipo de lenguaje capaz de trascender fronteras. Si el idioma nos separa la música nos une. Si cada uno de nosotros disponemos de nuestra cultura, creencias y trayectoria personal, la música nos iguala.

Las emociones musicales conforman un idioma propio orientado quizá a sacar lo mejor del ser humano. Nos cohesiona como sociedad, diluye las diferencias y despierta quizá lo mejor de nosotros. Sin hablar del efecto sanador y positivo que traza en cada fragmento de nuestro ser, en cada profundo rincón de nuestro cerebro.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/

https://www.escuelaflow.es/ 

lunes, 24 de mayo de 2021

¿Puede el estrés ser el detonante de una enfermedad grave?

 ¿Es el estrés el factor clave para el inicio de una enfermedad grave? Los estudios no llegan a ser del todo concluyentes. ¡Infórmate aquí!

El estrés puede definirse como un tipo de respuesta del organismo para cubrir las demandas del ambiente. Esta respuesta puede ser de mayor o menor intensidad, pues en muchos casos la persona puede verse desbordada por tales demandas y carente de recursos.

En este último caso, las respuestas al estrés se han relacionado con enfermedades físicas tales como las cardiopatías, cáncer, enfermedades autoinmunes, etc. Lo cierto, es que existe relación entre el estrés y algunas enfermedades físicas según algunos estudios. No obstante, ¿es causa directa para su desarrollo?

Chica estresada

La teoría del estrés de Hans Selye

Como se ha comentado en párrafos anteriores, el estrés aparece cuando la persona se da cuenta de que las demandas del ambiente pueden exceder sus recursos. Hans Selye fue denominado como el padre del estrés y postulaba que era una respuesta del organismo ante cualquier demanda que se le hiciera del exterior.

En su teoría, Selye lo mencionaba como una respuesta biológica global en todos los organismos y estereotipada. Aquí se mencionan dos tipos de respuesta: una adaptada al ambiente, estando en armonía las demandas del ambiente con los recursos del organismo, y otra respuesta más intensa o desagradable, apareciendo distrés.

El síndrome general de adaptación (SGA)

Selye, en su teoría, mencionaba el síndrome general de adaptación (SGA), el cual aparece cuando la respuesta al estrés es intensa y se prolonga en el tiempo. De esta forma, el organismo intenta utilizar todos sus recursos para poder regularse.

El SGA se divide en tres fases: alarma, resistencia y agotamiento. Durante dichas fases se encuentran en funcionamiento tres ejes fisiológicos: el neural, el neuroendocrino y el endocrino. Los niveles de cortisol aumentan en el organismo, la hormona principal del estrés.

Los efectos del cortisol en el organismo son necesarios para un correcto funcionamiento. De hecho, es necesaria para realizar tareas de manera óptima. El problema surge cuando rebasan los límites del organismo, dando una respuesta de estrés de manera arbitraria. En estos casos, cuando la respuesta de estrés es crónica, los niveles de cortisol y de activación periférica pueden dar casos como debilidad muscular, fatiga crónica, infecciones, migraña, desórdenes menstruales, falta de concentración, etc.

Cortisol

¿Puede provocar una enfermedad grave?

El estrés también incide en la probabilidad de desarrollar enfermedades más graves que las ya citadas. En el fondo, lo que hace es comprometer a nuestro sistema inmune y hacer que nuestro cuerpo sea mucho más vulnerable ante los ataques que vengan del exterior.

En el caso de enfermedades cardiovasculares, el estrés puede aumentar su riesgo si esta respuesta se mantiene de manera crónica. Por ejemplo, el síndrome coronario agudo (SCA) está muy asociado a factores psicológicos. Las respuesta de estrés en forma de hostilidad es muy importante en las fases tempranas de la enfermedad.

Con respecto a las enfermedades autoinmunes, los estudios no son concluyentes. No obstante se ve cierta conexión debido a la desregulación que sufre el sistema inmune tras una respuesta alargada en el tiempo de estrés, con niveles altos de cortisol. Es el ejemplo de la artritis reumatoide y el comienzo de hipertiroidismo de Graves.

Mencionando a las enfermedades oncológicas, no está demostrado que la respuesta de estrés influya en el inicio del cáncer. Tampoco está demostrado que aumente o reduzca el tiempo de supervivencia y el porcentaje de curaciones. Lo que es incuestionable es el desarrollo de la respuesta de estrés tras un diagnóstico como el cáncer, influyendo en la calidad de vida de los pacientes y los familiares.

En resumidas cuentas, la respuesta al estrés no tiene por qué ser causa directa del inicio, desarrollo y mantenimiento de ciertas enfermedades. Para ello debe de haber una confluencia de determinados factores, entre ellos una respuesta elevada crónica donde los niveles de cortisol permanezcan elevados a largo plazo, pues esta hormona puede afectar a la respuesta del sistema inmunitario.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/

http://despedidas.escuelaflow.es/ 

lunes, 10 de mayo de 2021

10 curiosidades sobre la danza que no sabías

 

10 curiosidades sobre la danza que no sabías | Tienda de Danza

Existe una especie de hechizo que inunda la sala de un teatro cuando hay una función de ballet o cualquier tipo de danza. La próxima vez que tengas el placer de asistir a una función, toma un par de segundos para ver las caras del público asistente.

Lo que encontrarás es una cantidad de rostros en un estado de éxtasis, contemplando a los bailarines sin siquiera atreverse a pestañear.

Como especie, aprendimos a expresarnos con nuestros cuerpos antes que con nuestras cuerdas vocales. Por miles de años, la danza fue nuestra forma de expresión de sentimientos negativos y positivos. Esos recuerdos han quedado en nuestro cerebro reptiliano, la parte primitiva del cerebro que ha permanecido inmóvil por cientos de miles de años.

Es por ello que la danza y la música son las expresiones artísticas que más alegran al espíritu, pues su comprensión no obedece a idiomas, culturas o edades.


La danza en 10 pasos

A pesar que la danza es una de las expresiones artísticas más antiguas de la humanidad, aún existen muchas curiosidades que permanecen ocultas para muchas personas.

1. Es genética

10 curiosidades sobre la danza que no sabías | Tienda de Danza

El planeta tierra tiene 7.000 millones de personas. No existe un sólo ser humano en la faz de la tierra que no tenga la capacidad de bailar.

Incluso, según un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona, personas con serias discapacidades intelectuales y/o físicas, han experimentado reacciones a nivel cerebral, al observar a bailarines ejecutando una danza.

La capacidad de bailar y reaccionar ante la danza, se encuentra en nuestro cerebro primitivo y estimula el cerebro límbico, el encargado de las emociones.

2. Puede sanar

La danza se ha aplicado con éxito como tratamiento terapéutico para pacientes con lesiones medulares posteriores a eventos cerebrovasculares, traumatismos, ICTUS y otras afecciones.

El éxito de la danza como parte del tratamiento de rehabilitación física, consiste en la combinación de dos elementos importantes: la motivación e involucración de los grupos musculoesqueléticos del paciente.

3. Involucra cuerpo y mente

La práctica de la danza, estimula de igual manera a mente y cuerpo. El esfuerzo que realiza el cerebro en seguir el compás de la música, en coordinación con el cuerpo y el equilibrio, estimula partes del cerebro como el hipocampo, la corteza premotora y el lóbulo frontal.

4. Es antiaging

La danza contribuye directamente en la producción de antioxidantes cerebrales, mantiene estimulada la corteza cerebral y los dos hemisferios cerebrales. Sin contar con la estimulación positiva que genera el movimiento en la masa muscular y esquelética.

5. Mejor que el crossfit

10 curiosidades sobre la danza que no sabías | Tienda de Danza

Durante 1 hora de baile se pueden quemar entre 200 y 600 kilocalorías. Esto supone un gasto superior al mismo tiempo en cualquier otra actividad física como el crossfit, la bicicleta o incluso el running.

¡Además que es mucho más divertido!

6. Es para todos

No hay límites físicos, mentales, raciales, sexuales, etarios o de cualquier otra naturaleza que impida bailar.

¡Cualquiera puede bailar! Desde un lento vals a una super movida salsa, todos los ritmos tienen beneficios y son igual de divertidos.

7. Solo para humanos

Los seres humanos, somos los únicos seres vivos en la naturaleza que podemos compaginar el ritmo de la música y asociarlo a un movimiento voluntario acompasado. 

A pesar que hemos antropomorfizado movimientos animales como danza, en realidad, el cerebro humano es el único bendecido con esta gran capacidad. 

8. En monos es mejor

Los monos de baile han probado ser la mejor vestimenta para practicar la danza. Son elásticos y ayudan a la transpiración cutánea. Es la ropa ideal para la práctica diaria y los ensayos. 

9. Un antidepresivo natural

La danza estimula la producción de neurotransmisores como la serotonina, norepinefrina y dopamina. Estos neurotransmisores bloquean la acción del cortisol y otros químicos que están asociados con estados depresivos. 

10. Es gratis y es universal

10 curiosidades sobre la danza que no sabías | Tienda de Danza

No necesitas nada para bailar, ni siquiera música. Dos palmas son suficientes para producir los beats necesarios para que tu cuerpo sienta la necesidad de moverse al compás.

No se necesita ser un bailarín para bailar, de hecho, no se necesita ni siquiera hacerlo bien. Los beneficios para la salud de cuerpo y espíritu no necesitan de la ejecución de una coreografía perfecta, solo que el cuerpo se mueva y que el espíritu se alegre. 


La danza es un bálsamo para el alma, panacea del cuerpo y el esperanto: el lenguaje universal. 

Donde sea que podamos mover nuestro cuerpo y dejarnos seducir por el ritmo de nuestra música preferida, debemos hacerlo. Hacerlo como preparación para un duro día cada mañana, es una excelente manera de comenzar el día.

Como liberador del estrés del trabajo cada noche, es la mejor manera de eliminar las cargas emocionales y físicas antes de dormir. Como sea, donde sea y con quien sea, ponte la ropa de baile y… ¡A bailar!

Fuente: https://danzaidashop.com/

https://www.escuelaflow.es/ 

lunes, 26 de abril de 2021

La música nos pone en movimiento y mucho más

Illustration of children playing music in a classroom

La música ha existido desde la antigüedad. Es parte de cada cultura conocida. Puede hacerlo mover los pies, levantar su estado de ánimo e incluso ayudarlo a evocar un recuerdo lejano. ¿Sabía que la música puede aportar otros beneficios a la salud? Los científicos exploran las diferentes maneras en que la música estimula y mejora la salud del cuerpo y la mente.

“Escuchar o crear música afecta la manera de pensar, sentir, moverse y mucho más”, dice el neurocientífico Dr. Robert Finkelstein, quien codirige la iniciativa de música y salud de NIH.

“En la actualidad, las tecnologías modernas ayudan a los investigadores a aprender más sobre cómo funciona el cerebro, qué partes del cerebro responden a la música y cómo la música puede ayudar a aliviar los síntomas de determinadas enfermedades y afecciones”, explica.

El cerebro en la música • El cerebro es un centro de procesamiento complejo. Es el centro de control del sistema nervioso, la red de células nerviosas que transmite mensajes hacia y desde el cuerpo y el cerebro. Un cerebro saludable intenta darle sentido al mundo que lo rodea y a la información constante que recibe, incluidos el sonido y la música.

“El sonido es una fuerza importante y profunda en nuestras vidas”, explica la Dra. Nina Kraus, neurocientífica de la Universidad Northwestern. Cuanto más ejercitamos nuestro procesamiento de sonido en el cerebro, mejor funciona el cerebro para dar sentido al sonido y al mundo que nos rodea. La música logra esto más que cualquier otro sonido.

La música y otros sonidos entran al oído como ondas sonoras. Estas crean vibraciones en nuestro tímpano que se transforman en señales eléctricas. Las señales eléctricas viajan por el nervio auditivo hasta la corteza auditiva del cerebro. Esta área del cerebro interpreta el sonido como algo que reconocemos y entendemos.

Pero la música afecta otras áreas del cerebro aparte de las que procesan el sonido. Mediante el uso de técnicas que toman imágenes del cerebro, como la resonancia magnética funcional, los científicos han descubierto que la música afecta otras áreas del cerebro. Cuando la música estimula el cerebro, aparecen en las imágenes del cerebro destellos de luz brillante. Los estudios demostraron que la música “ilumina” las áreas del cerebro involucradas en la emoción, la memoria e incluso el movimiento físico.

“La música puede ayudar a facilitar el movimiento”, explica Finkelstein. Los científicos financiados por NIH investigan si la música puede ayudar a los pacientes con trastornos motores, como la enfermedad de Parkinson. Los pacientes con esta afección pierden lentamente su capacidad de caminar y moverse con el paso del tiempo.

“Los estudios demuestran que cuando la música tiene un determinado ritmo puede ayudar a las personas con la enfermedad de Parkinson a caminar”, dice Finkelstein. Otro estudio analiza cómo el baile se compara con otros tipos de ejercicio en personas con la enfermedad de Parkinson.

También hay evidencia de que la música puede ser útil para personas con otras afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia, las lesiones cerebrales traumáticas, los derrames cerebrales, la afasia, el autismo y la pérdida de audición.

Cómo fortalecer la mente

Tocar un instrumento musical involucra muchas partes del cerebro a la vez. Esto puede beneficiar en particular a niños y adolescentes, cuyos cerebros todavía están en desarrollo. La introducción de la música a los niños pequeños puede influir positivamente en su capacidad de concentración, la manera de actuar y el desarrollo del lenguaje.

El equipo de investigación de Kraus en Northwestern estudia cómo la formación musical influye en el desarrollo del cerebro. Descubrieron que la música tiene efectos positivos en las habilidades de aprendizaje de los niños, incluso cuando la formación comienza en la escuela secundaria.

“Los adolescentes que formaron parte de nuestro estudio mostraron cambios biológicos en el cerebro después de dos años de participar en actividades constantes de creación musical en la escuela”, explica ella. Kraus dice que estos cambios afectan la capacidad de aprendizaje y pueden ayudar a mejorar las habilidades de lectura y escritura. Estos beneficios también pueden ser duraderos.

“Una vez que le enseñe al cerebro a responder al sonido de manera efectiva, seguirá haciéndolo aun cuando las lecciones de música finalicen”, explica Kraus. Un poco de música ayuda mucho, pero cuanta más música escuche, más fuerte se volverá el cerebro.

El contacto permanente con la música también puede protegerlo de la pérdida de audición a medida que envejece. Naturalmente, perdemos nuestra capacidad auditiva con el tiempo. En particular, se hace más difícil escuchar conversaciones en un entorno ruidoso. Pero los investigadores han descubierto que los músicos distinguen mejor la voz de una persona en un ambiente ruidoso.

Musicoterapia

Escuchar y hacer música por su cuenta puede ser beneficioso para la salud. Pero algunas personas también pueden beneficiarse con la ayuda de un musicoterapeuta certificado. Los musicoterapeutas saben cómo usar la música para satisfacer las necesidades mentales, sociales y físicas de las personas con diferentes afecciones. La musicoterapia puede adoptar muchas formas que trascienden el hecho de escuchar música, explica la Dra. Sheri Robb, musicoterapeuta e investigadora de intervención conductual en la Universidad de Indiana.

Los musicoterapeutas pueden usar determinadas partes de la música, como el ritmo o la melodía, para ayudar a las personas a recuperar las habilidades que han perdido por una lesión cerebral o discapacidad del desarrollo. Por ejemplo, una persona que sufrió un derrame cerebral puede decir palabras cantando, pero no puede hablar.

Los musicoterapeutas también se basan en las cualidades sociales de la música. Las experiencias musicales compartidas pueden ayudar a un miembro de la familia a conectarse con un ser querido que tiene demencia. La música también se puede usar para ayudar a los jóvenes con trastornos de conducta a aprender formas de controlar sus emociones.

La investigación de Robb se centra en desarrollar y probar intervenciones de musicoterapia en niños y adolescentes con cáncer y sus familias. En un estudio, los musicoterapeutas ayudaron a los jóvenes sometidos a tratamientos contra el cáncer de alto riesgo a escribir letras de canciones y crear videos musicales sobre lo que era más importante para ellos.

Con la ayuda de musicoterapeutas, estos adolescentes pudieron identificar sus fortalezas y maneras positivas de sobrellevar la situación, permanecer conectados con familiares y amigos y mejorar la comunicación durante un momento difícil, explica Robb.

La música en su vida

La música puede ofrecer muchos beneficios para la salud, pero puede no ser útil para todos. Las lesiones traumáticas y las afecciones cerebrales pueden cambiar la forma en que una persona percibe y reacciona ante la música. Algunas personas pueden considerar que algunos tipos de música son demasiado estimulantes. Otras pueden considerar que determinada música evoca recuerdos emotivos o traumáticos.

“Es importante que los proveedores de atención médica identifiquen y comprendan cuándo la música no es útil y puede ser perjudicial”, dice Robb. “Y esta es un área donde los musicoterapeutas pueden ser útiles”.

A medida que los científicos continúen aprendiendo más sobre la música y el cerebro, intente encontrar la melodía justa para cuidar su salud. Ya sea que esté buscando mejorar su estado de ánimo, mantenerse conectado con los demás o mejorar los síntomas de un problema de salud, agregue un poco de música a su vida.

“Hay que pensar en la música como uno piensa en verse bien y alimentarse”, dice Kraus.

“Para ver la mayor cantidad de beneficios de salud, intente incluir la música como un componente regular y constante de su vida. Nunca es demasiado tarde para agregar música a su vida”.

Fuente: https://salud.nih.gov/

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