miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Por qué los bailarines de ballet pueden dar vueltas sin marearse?

Un estudio halla que al entrenar durante años se suprimen las señales de desequilibrio; los hallazgos podrían ayudar a las personas con mareos crónicos.

Los giros de ballet son impresionantes y difíciles de realizar, y un nuevo estudio sugiere que los años de entrenamiento ayudan al cerebro de los bailarines a adaptarse de tal manera que pueden evitar sentirse mareados al realizar las piruetas.

Los investigadores concluyeron que los bailarines son capaces de eliminar las señales procedentes de los órganos del equilibrio del oído interno, y sugirieron que los hallazgos podrían contribuir a mejorar el tratamiento de las personas con mareos crónicos, que afectan a aproximadamente el 25 por ciento de las personas en algún momento de sus vidas.

El estudio incluyó a 29 bailarinas de ballet y a 20 remeras que tenían aproximadamente la misma edad y unas condiciones físicas parecidas. Las participantes dieron vueltas en una silla en una habitación oscura. Las bailarinas experimentaron un nivel de mareo menor que las remeras, según el estudio publicado en línea el 26 de septiembre en la revista Cerebral Cortex.

Los escáneres cerebrales revelaron unas diferencias entre las bailarinas y las remeras en dos partes de cerebro: la corteza cerebral, que es responsable de la percepción de mareo, y un área del cerebelo donde se procesa la información sensorial procedente de los órganos vestibulares del oído interno. El sistema vestibular incluye a las células capilares que descansan en un fluido que detecta el sonido y el movimiento de la cabeza.

Los escáneres mostraron que el área del cerebelo de las bailarinas era más pequeña. Esto podría deberse a que las bailarinas quizá estén mejor si no usan sus sistemas vestibulares, y en lugar de eso confían en unos movimientos preprogramados con una alta coordinación, afirmó el autor del estudio, el Dr. Barry Seemungal, del Colegio Imperial de Londres, en Inglaterra.

"Para un bailarín no es útil sentirse mareado o desequilibrado. Su cerebro se adapta a lo largo de años de entrenamiento para eliminar la entrada de esa información. Consecuentemente, las señales que van a las áreas cerebrales responsables de la percepción del mareo en la corteza cerebral se reducen, lo que hace que los bailarines sean resistentes al sentimiento de mareo. Si podemos actuar sobre la misma área cerebral o controlarla en los pacientes con mareos crónicos, podemos empezar a comprender cómo tratarlos mejor", indicó Seemungal en un comunicado de prensa del colegio.

Los investigadores también hallaron que la percepción de estar dando vueltas de las remeras se correspondía con los reflejos oculares desencadenados por las señales vestibulares, pero esto no se observó en las bailarinas. Los hallazgos pueden resultar importantes con respecto al modo en que los médicos realizan pruebas a los pacientes con mareos crónicos.

"Esto muestra que la sensación de dar vueltas está separada de los reflejos que hacen que los ojos se muevan de un lado para otro", señaló Seemungal. "En muchas clínicas, es habitual que solo se midan los reflejos, lo que significa que cuando los resultados de estas pruebas vuelven a ser normales, se dice al paciente que no hay ningún problema. Pero eso es solo la mitad de lo que sucede. Es necesario que se observen las pruebas de evaluación tanto de los reflejos como de la sensación".


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