Las filosofías sufíes y de la India
antigua creían que había conceptos que los alumnos sólo podían entender a
través de la danza. El movimiento como forma de comunicación, como
ritual de apareamiento o para asustar enemigos, el reino animal muestra
curiosos ejemplos de que el ritmo hace más que alegrar nuestras vidas:
puede salvarlas.
1. Abejas
Desde tiempos de Aristóteles se sabía
que las abejas se comunican a través de extraños movimientos corporales.
Pero no fue sino hasta hace poco que los científicos pudieron descubrir
la precisión con la que las abejas son capaces de comunicar la
ubicación de fuentes de alimento a otras abejas. Las abejas incluso
pueden corregir la información recibida, compensando variables como la
dirección del aire.
2. Cacatúas
Utilizadas desde hace tiempo en
zoológicos, acuarios y actos de magia con fines de entretenimiento,
estas aves tropicales parecen responder al ritmo más que sólo imitar lo
que les han enseñado. Un estudio del Instituto de Neurociencias de San
Diego comprobó que las cacatúas pueden ajustar sus movimientos al tempo
de una misma canción cuando este variaba.
3. Araña saltadora australiana
Aunque de aspecto amenazador, esta araña
es tan pequeña que cabe en la yema de un dedo y aún hay espacio de
sobra. Su ritual de apareamiento tiene lugar (como por otra parte el de
algunos humanos) en las pistas de baile: su nombre en inglés es “peacock
spider” (araña pavorreal), debido a que suele desplegar una parte de su
colorido cuerpo como parte de su danza. Se cree que la hembra utiliza
el baile para determinar si la salud del macho es la deseable para
aparearse con él, y aquellos que no son encontrados aptos son devorados
por la hembra.
4. Escarabajo pelotero
Con una de las dietas menos elegantes
del reino animal (excremento de otros animales), el escarabajo pelotero
recolecta su comida haciéndola rodar. Pero entra en nuestra lista de
animales rítmicos debido a que, en presencia de un rival que de otro
modo robaría su comida, el escarabajo se monta sobre su preciada carga y
la defiende con una extraña danza que recuerda a los break-dancers de
las ciudades.
5. Algas de agua dulce
Científicos de la Universidad de
Cambridge descubrieron que las algas de agua dulce utilizan dos tipos de
baile para reproducirse: el vals y el minueto, ritmo cortesano del
siglo XVII. Lo que tienen en común estos ritmos es que
ayudan a organizar grandes contingentes de bailarines, lo que podría
explicar que la naturaleza reproduzca patrones muy parecidos. Las
colonias orbitan unas alrededor de otras (vals) o de adelante hacia
atrás, como si estuvieran sostenidas por una banda elástica en el medio.
Estos movimientos facilitan la reproducción.
6. Manakin
Estas coloridas aves nativas de Colombia
y Ecuador poseen una danza única en el reino animal. Primero anuncian
sus intenciones de apareamiento con un sonido y mueven las alas
rápidamente. Este movimiento es imperceptible para la vista, pero es tal
la velocidad con que lo hacen que provocan un impulso hacia atrás de la
rama, lo que recuerda el moonwalk de Michael Jackson.
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