Los entrenamientos en suspensión son cada vez más comunes y ya son parte fundamental de la rutina de ejercicios de muchos. Los beneficios de estar invertido y elevados sobre el suelo son tantos como lo son las posibilidades expresivas de estas actividades con las que, además, se consigue un cuerpo tonificado.
Depender sólo del gimnasio para seguir una rutina de ejercicios cardiovasculares y de resistencia es cuento del pasado. Nunca en la historia del entrenamiento físico ha habido tantas alternativas como hoy para conseguir el cuerpo deseado y el bienestar requerido para vivir mejor. Las opciones para ejercitarse al aire libre siguen en aumento, y lo mismo ocurre con las ofertas que existen bajo techo. Una de estas últimas es a la vez tan emocionante como lo es retadora: se trata del tan extendido “fitness aéreo”, entrenamiento completo que se lleva a cabo a unos cuantos metros sobre el piso y colgado en unas telas para conseguir, en el aire, el cuerpo y la serenidad mental que todos queremos.
Andreína Guenni Bravo cuenta su primera experiencia: "Yo me aventuré a probarlo creyendo que algunos años de ballet clásico y danza contemporánea me ayudarían, y con la esperanza de que aquello fuese más fácil de lo que parecía. Cinco minutos después de mi primer encuentro con las telas ya estaba sudando tanto como si hubiese hecho 20 minutos de spinning. Ni el calentamiento previo pudo advertirme de lo exigente que sería lo que me esperaba entre aquellos trapos que en un comienzo intimidan."... "me cobró factura un par de días después, cuando los brazos, la espalda y el abdomen me recordaban que necesitan más atención."
El fitness aéreo agrupa a un conjunto de disciplinas físicas que se han modificado ligeramente para poder ejecutarse en el aire, con el soporte de telas que cuelgan del techo y de manera que las posturas invertidas se conviertan en las grandes protagonistas.
Orígenes del fitness aéreo
Hay quienes aseguran que estas prácticas tienen su origen en la antigua India, donde los grandes maestros espirituales practicaban yoga colgados de unas cuerdas. Otras personas aseguran que es el circo el gran impulsador de esta pasión por estar en el aire y, en este caso, los afamados actos aéreos del Cirque du Soleil han ayudado a su popularidad. Pero el origen de esta nueva oferta importa muy poco cuando se le contrasta con sus muchos beneficios. Sea cual sea su origen, las prácticas de suspensión han comenzado a copar cada vez más espacios de entrenamiento y se han ido convirtiendo, si no en la disciplina central del ejercicio de muchos, en el complemento perfecto de sus rutinas semanales. A estas disciplinas de suspensión se les conoce por varios nombres: acrobacias en telas, acrodanzas, bailes aéreos, … Exceptuando sus sutiles diferencias, todas tienen varias cosas en común, y la primordial es el hecho de que se practican sobre dos tiras de tela especial que tienen una longitud de aproximadamente 20 metros de largo y un metro y medio de ancho cada una. Sobre estas dos tiras de tela cuelgan en un primer intento los nervios, pero luego se logran cosas tan exigentes y artísticas como las de cualquier propuesta de expresión corporal.
¡A volar! ¡¡y todo son ventajas!!
Esta modalidad es tan segura y ofrece al cuerpo tantos beneficios que puede ser practicado por personas de todas la edades: niños y personas mayores también. No hay músculo del cuerpo que no se trabaje, pero es especialmente beneficioso para los músculos abdominales, que se ejercitan y tonifican sin que te des cuenta. El éxito de la práctica depende sobre todo de la concentración que se tenga, pues es preciso recordar que gran parte del tiempo se está colgando de las telas, en posturas invertidas y muy lejos del suelo. Las posiciones invertidas tienen muchas ventajas, entre ellas, la de eliminar por completo la presión en la espina dorsal y el cuello y dejar fuera de peligro las articulaciones. Además, son propicias para oxigenar el organismo de punta a punta. La práctica fortalece todos los músculos, mejora la postura e incrementa la flexibilidad, pues combina casi por igual aspectos netamente deportivos y muchos otros artísticos (la escalada, la gimnasia olímpica, las acrobacias circenses y la danza contemporánea encuentran similitudes en esta práctica). La parte alta del cuerpo es otra que se ejercita con particular ahínco: manos, muñecas, brazos, hombros y espalda son indispensables para lograr treparse en las telas y hacer las figuras. La resistencia que se obtiene tiene pocos iguales en otras prácticas, sobre todo cuando se toma en cuenta la rapidez con la que se adquiere, pues al cabo de un mes, a razón de una o dos sesiones por semana, ya se logran posturas invertidas de gran complejidad. La cronología de aprendizajes sobre esta práctica aérea es la siguiente: lo primero que debe dominarse es la técnica
Depender sólo del gimnasio para seguir una rutina de ejercicios cardiovasculares y de resistencia es cuento del pasado. Nunca en la historia del entrenamiento físico ha habido tantas alternativas como hoy para conseguir el cuerpo deseado y el bienestar requerido para vivir mejor. Las opciones para ejercitarse al aire libre siguen en aumento, y lo mismo ocurre con las ofertas que existen bajo techo. Una de estas últimas es a la vez tan emocionante como lo es retadora: se trata del tan extendido “fitness aéreo”, entrenamiento completo que se lleva a cabo a unos cuantos metros sobre el piso y colgado en unas telas para conseguir, en el aire, el cuerpo y la serenidad mental que todos queremos.
Andreína Guenni Bravo cuenta su primera experiencia: "Yo me aventuré a probarlo creyendo que algunos años de ballet clásico y danza contemporánea me ayudarían, y con la esperanza de que aquello fuese más fácil de lo que parecía. Cinco minutos después de mi primer encuentro con las telas ya estaba sudando tanto como si hubiese hecho 20 minutos de spinning. Ni el calentamiento previo pudo advertirme de lo exigente que sería lo que me esperaba entre aquellos trapos que en un comienzo intimidan."... "me cobró factura un par de días después, cuando los brazos, la espalda y el abdomen me recordaban que necesitan más atención."
El fitness aéreo agrupa a un conjunto de disciplinas físicas que se han modificado ligeramente para poder ejecutarse en el aire, con el soporte de telas que cuelgan del techo y de manera que las posturas invertidas se conviertan en las grandes protagonistas.
Orígenes del fitness aéreo
Hay quienes aseguran que estas prácticas tienen su origen en la antigua India, donde los grandes maestros espirituales practicaban yoga colgados de unas cuerdas. Otras personas aseguran que es el circo el gran impulsador de esta pasión por estar en el aire y, en este caso, los afamados actos aéreos del Cirque du Soleil han ayudado a su popularidad. Pero el origen de esta nueva oferta importa muy poco cuando se le contrasta con sus muchos beneficios. Sea cual sea su origen, las prácticas de suspensión han comenzado a copar cada vez más espacios de entrenamiento y se han ido convirtiendo, si no en la disciplina central del ejercicio de muchos, en el complemento perfecto de sus rutinas semanales. A estas disciplinas de suspensión se les conoce por varios nombres: acrobacias en telas, acrodanzas, bailes aéreos, … Exceptuando sus sutiles diferencias, todas tienen varias cosas en común, y la primordial es el hecho de que se practican sobre dos tiras de tela especial que tienen una longitud de aproximadamente 20 metros de largo y un metro y medio de ancho cada una. Sobre estas dos tiras de tela cuelgan en un primer intento los nervios, pero luego se logran cosas tan exigentes y artísticas como las de cualquier propuesta de expresión corporal.
¡A volar! ¡¡y todo son ventajas!!
Esta modalidad es tan segura y ofrece al cuerpo tantos beneficios que puede ser practicado por personas de todas la edades: niños y personas mayores también. No hay músculo del cuerpo que no se trabaje, pero es especialmente beneficioso para los músculos abdominales, que se ejercitan y tonifican sin que te des cuenta. El éxito de la práctica depende sobre todo de la concentración que se tenga, pues es preciso recordar que gran parte del tiempo se está colgando de las telas, en posturas invertidas y muy lejos del suelo. Las posiciones invertidas tienen muchas ventajas, entre ellas, la de eliminar por completo la presión en la espina dorsal y el cuello y dejar fuera de peligro las articulaciones. Además, son propicias para oxigenar el organismo de punta a punta. La práctica fortalece todos los músculos, mejora la postura e incrementa la flexibilidad, pues combina casi por igual aspectos netamente deportivos y muchos otros artísticos (la escalada, la gimnasia olímpica, las acrobacias circenses y la danza contemporánea encuentran similitudes en esta práctica). La parte alta del cuerpo es otra que se ejercita con particular ahínco: manos, muñecas, brazos, hombros y espalda son indispensables para lograr treparse en las telas y hacer las figuras. La resistencia que se obtiene tiene pocos iguales en otras prácticas, sobre todo cuando se toma en cuenta la rapidez con la que se adquiere, pues al cabo de un mes, a razón de una o dos sesiones por semana, ya se logran posturas invertidas de gran complejidad. La cronología de aprendizajes sobre esta práctica aérea es la siguiente: lo primero que debe dominarse es la técnica
para trepar por la tela hasta una altura indicada para comenzar a hacer figuras; luego, es necesario aprender a amarrase la tela en cintura, muslos, pies, tobillos y brazos… fundamental para evitar quedar atrapado en ella; después se comienza de una vez con la práctica de las posturas invertidas, mientras más rápido se le pierde el miedo a ellas, mejor, y finalmente se aprenden figuras más complicadas, que se realizan en solitario o en pareja y a mayores alturas y también se aprenden las distintas formas de caídas.
¡¡y más beneficios!!
Además de las ya mencionadas, todas las prácticas aéreas o de suspensión ofrecen también estas ventajas:
• Mejoran la coordinación, agilidad y expresión corporal.
• Contribuyen al desarrollo de sensaciones de seguridad y confianza.
• Favorecen la creatividad e incentivan el desarrollo de los sentidos.
• Ayudan a eliminar el dolor de espalda.
• Mejoran el aspecto de la piel, nutriéndola, oxigenándola, combatiendo la celulitis y la flacidez.
• Reactivan la circulación y la oxigenación.
• Tienen efecto drenaje.
• Ayudan a combatir miedos y fobias.
• Se prescriben como terapias de rehabilitación (fisioterapia antigravedad).
• Aumentan la conciencia sobre el propio cuerpo y las emociones.
Como muchos de vosotros sabéis durante el mes de julio de 2013 se han impartido varios talleres de aros y telas. La gran acogida que han tenido nos ha animado a contar con estar actividad de forma regular, por lo que a partir del mes de septiembre tendremos diferentes horarios semanales. También seguiremos con los talleres ¡¡para que nadie se quede sin probarlo!!
Adaptación realizada por: www.escuelaflow.es
Artículo original: http://www.esteticaysalud.com.ve
Autora: Andreína Guenni Bravo
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