Cuando el cuerpo se funde con la música en un espacio y tiempo determinados surge la danza. Una expresión personal que ordena los sentimientos a partir de los movimientos, las notas y la armonía. Esta disciplina implica de forma integral todo lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Es decir, que mientras gestionas lo que sientes, te ayuda a desarrollar tus capacidades físicas y mentales, incluyendo habilidades de comunicación, creativas o sociales. De hecho, es una de las actividades aeróbicas más recomendadas para cuidar el cerebro y revertir su envejecimiento. A continuación os detallamos los muchos y variados beneficios del baile durante el crecimiento de nuestros hijos.
Destreza, desarrollo motriz y corrección postural
Este arte trata de estimular, a través del movimiento y la percepción musical, la coordinación motriz y la corrección postural. Pero los beneficios del baile van más allá, algunos de estos son:
- Ayuda a corregir defectos que el cuerpo trae de serie y a mantener la espalda recta en todo momento, de hecho combate la «escoliosis leve«, muy frecuente en niños cargados con mochilas y libros. También activa el arco del «pie plano» en cada paso.
- Favorece el correcto desarrollo muscular, pues los alumnos asumen patrones corporales adecuados.
- Combate el sobrepeso, favoreciendo la eliminación de la grasa y del colesterol.
- Enseña a respirar con el fin de gestionar mejor la energía.
Ayuda a la autoestima y la sociabilidad
Es una actividad que se desarrolla en grupo. Si esto ocurre en un ambiente relajado y carente de competitividad, el niño mejorará su capacidad para comunicarse con los demás. Además de su componente lúdico, cada uno debe interpretar y coordinarse con el ritmo de sus compañeros, lo que le enseña valores como el compañerismo y el trabajo en equipo. Estos beneficios del baile tienen especial protagonismo durante la adolescencia. ¿Adivinas la razón?
- Aprenden un nuevo lenguaje, no verbal, enriqueciendo su capacidad comunicativa.
- Potencia el desarrollo de la autoestima y la confianza en uno mismo porque nos ayuda a conectar con nuestro interior. Es inevitable alimentar cada movimiento con nuestros sentimientos; es una forma sana de liberarlos, de gestionarlos, incluso sin saber que estaban ahí.
- Bailar es una forma de gestión emocional saludable y nos ayuda a tener un mejor estado de ánimo, potenciando la alegría y la positividad.
- Fomenta la espontaneidad y ayuda a superar la timidez y el miedo al ridículo.
- Reduce la presión y el estrés del día a día.
- En determinadas edades se convierte en un aliado muy valioso, pues es común en fiestas y discotecas y ayuda a los jóvenes a relacionarse de una forma más sana y natural.
Potencia las habilidades cognitivas y creativas
Es una actividad necesaria para el cuerpo y la mente. Es otra forma de imaginar, de divertirse y de jugar y constituye una práctica muy completa para el desarrollo cerebral del niño. Koncha Pinos-Pey, psicoterapeuta contemplativa docente senior e investigadora en el ámbito de la neurociencia de la compasión y las inteligencias múltiple, asegura en el estudio Neurociencia y la danza: La danza, el alimento para el cerebro que bailar hace que las neuronas creen nuevas sinapsis y que con cada nueva coreografía se aprende un nuevo patrón. Además, la danza:
- Potencia el desarrollo del sentido del ritmo, ya que los movimientos deben sucederse en un tiempo y espacio muy determinados y el de la improvisación, una herramienta muy útil en la gestión de problemas pues nos ayuda a elegir la mejor solución de todas las posibles.
- Mejora la lateralidad (una característica muy importante para el desarrollo cognitivo de los niños), la armonía y la sincronización de las distintas partes del cuerpo.
- Seguir la música obliga a interiorizar el sonido, además estimula por sí sola el cerebro, ampliando sus conocimientos en esta área, y evita su envejecimiento.
- Es el ejercicio aeróbico más efectivo en la prevención del desgaste y pérdida de volumen del hipocampo (donde reside la memoria) y reduce el riesgo de demencias.
- Exige gran concentración y capacidad para memorizar y enlazar los pasos, lo que ayuda a trabajar la agilidad mental preservando la salud cerebral.
Fuente: https://saposyprincesas.elmundo.es/
https://www.escuelaflow.es/clases/clases-de-predanza-para-ninos
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