El Ballet “El Cascanueces” es una de las obras dancísticas más vistosas en términos de su escenografía, vestuario y caracterizaciones, además que la música refleja las influencias de otras culturas (china, española, etc.) lo cual resulta muy placentero de escuchar. En la actualidad, “El Cascanueces” es el ballet más popular: muchas compañías a nivel mundial la mantienen en su repertorio, al igual que innumerables escuelas de danza y academias la ponen en escena cada fin de año.
RETROSPECTIVA HISTÓRICA DEL BALLET
El director de los Teatros Imperiales de Rusia –Ivan Vsevolozhky-, entusiasmado con el doble éxito alcanzado por el compositor Pyotr Ilych Tchaikovsky, con los ballets “La Bella Durmiente” y “La dama de Picas”, le encargó la realización musical de “El Cascanueces”.
El argumento fue realizado por el director del ballet de San Petersburgo, Marius Petipa, quien adaptó el cuento original de Hoffman a partir de la historia escrita por Alexander Dumas padre.
Muchos obstáculos ocasionaron que la obra llegara a estrenarse con más de un año de retraso a la fecha esperada. Tchaikovsky –al parecer por compromisos adquiridos con anterioridad en los Estados Unidos- no terminaba la partitura, mientras que Marius Petipa sólo pudo acudir a los primeros ensayos cuando cayó enfermo, y su asistente Lev Ivanov tuvo que terminar la coreografía.
“El Cascanueces” se estrenó el 18 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinsky en San Petersburgo, compartiendo programa con una ópera de Tchaikovsky: “Yolanda”.
FOTO: Dibujo original de Konstantin Ivanov para el escenario de El Cascanueces, primer acto (1892).
Créditos de la primera representación.
Composición y dirección musical: Pyotr Ilych Tchaikovsky; Adaptación argumental y composición coreográfica: Marius Petipa; Asistencia coreográfica: Lev Ivanov; Dirección de Escena: Riccardo Drigo; Hada del Azúcar: Antonietta Dell’Hera; Príncipe Koklyush: Pavel Gerdt; Clara: Stanislava Belínskaya; Príncipe Cascanueces: Serguey Legat; Drosselmeyer: Timofey Stukolkin.
Aunque la música gusto más que los elementos visuales, el ballet se representó solo catorce veces antes de ser retirado de cartelera.
FOTO: Dibujo original de Konstantin Ivanov para el escenario de El Cascanueces, segundo acto (1892) |
PERSONAJES
PRIMER ACTO
Presidente
Su esposa
Invitados Niños, incluyendo: Clara y Fritz [hijos del Presidente]
Padres vestidos como incroyables ('increíbles')
Concejal Drosselmeyer
Muñecas [con resorte]:
Arlequín y Columbina, que salen de un repollo [1er regalo]
Soldado, que sale de un pastel o una tarta [2º regalo]
Cascanueces [3er regalo, al principio un juguete de tamaño normal, después un «hablante» de tamaño natural, luego un príncipe]
Búho [en un reloj, que se vuelve Drosselmeyer]
Ratones Centinela [personaje hablante]
Conejos-tambores
Soldados [de la Cascanueces]
Rey de los ratones
Gnomos, con antorchas
Copos de nieve
SEGUNDO ACTO
Hada de Azúcar
Clara
Príncipe
12 Pajes
[Miembros eminentes de la corte]
[Bailarines de la danza española]
[Bailarines de la danza árabe]
[Bailarines de la danza china]
[Bailarines de la danza rusa]
[Bailarinas de la danza de las flautas de lengüeta (fr. mirlitons; rus. = п а с т у ш к и , pastoras)]
Madre Gigogne Payasos (fr. Polichinelles)
Flores
Príncipe Orgeat [Koklyush]
ARGUMENTO PRIMER ACTO
La obra empieza con una obertura «en miniatura», la cual también comienza la Suite. La música crea el ambiente cuento de hadas mediante los registros altos de la orquesta. El telón se abre y muestra la casa de los Stahlbaum, en la cual se prepara la fiesta de la víspera de la Navidad. Clara, su hermanito Fritz y sus padres están celebrando la noche con amigos y familia, cuando entra el padrino misterioso, Herr Drosselmeyer. Se saca deprisa un saco de regalos para todos los niños. Todos están felices, salvo Clara, quien no ha recibido un regalo todavía. Herr Drosselmeyer presenta entonces tres muñecas de tamaño natural, cada una bailando en torno a sí. Cuando están completas las danzas, Clara se acerca a Herr Drosselmeyer pidiendo un regalo. Parece que a él le faltan más regalos, y Clara corre a su madre teniendo un arranque de lágrimas.
Drosselmeyer presenta luego un juguete de cascanueces, en la forma tradicional de un soldado en uniforme de formación. Clara está encantada, pero su hermano siente envidia y quiebra el cascanueces. La fiesta termina y la familia Stahlbaum se acuesta. Mientras todos están durmiendo Herr Drosselmeyer arregla el Cascanueces.
Después Clara se despierta y ve que su ventana está abierta. Cuando el reloj toca la medianoche, Clara oye el sonido de ratones. Se despierta y trata de fugarse, pero los ratones la detienen. Tal vez Clara esté soñando todavía: El árbol de Navidad de repente se vuelve enorme, llenando la sala. El cascanueces cobra vida; él y sus soldados se levantan para defender a Clara, y el Rey de los ratones encabeza sus ratones en batalla. Aquí Chaikovski sigue el clima «de miniatura» de la obertura, poniendo la mayoría de la música de batalla en los registros altos de la orquesta.
Sucede un conflicto, y cuando Clara ayuda al Cascanueces sosteniendo la cola del rey de los ratones y tirándole un zapato, éste aprovecha la oportunidad y apuñala al rey, que muere. Los ratones se retiran llevándose a su líder. Luego, el Cascanueces se transforma en un príncipe. (En el cuento original de Hoffmann y en las versiones del Royal Ballet de 1985 y 2001, el príncipe es el sobrino de Drosselmeyer, a quien el rey de los ratones había convertido en un Cascanueces, y todos los acontecimientos después de la fiesta de Navidad se han arreglado por Drosselmeyer para eliminar el hechizo).
Clara y el príncipe viajan a un mundo donde copos de nieve bailarines los saludan y donde hadas y reinas bailan para darles la bienvenida a Clara y al príncipe a su mundo. La música expresa las imágenes maravillosas presentando un coro de niños sin palabras. El telón cae y termina el primer acto.
SEGUNDO ACTO
Clara, el Cascanueces y Drosselmeyer llegan al Reino de los Dulces donde los recibe el Hada de Azúcar, su Caballero y el resto de los dulces. Aparecen los bailadores españoles (a veces Chocolate), los bailadores chinos (a veces Té), los bailadores árabes (a veces Café), los bailadores rusos (a veces Bastones de caramelo — su danza se llama el Trepak, Mamá Jengibre y sus Polichinelles (a veces Bombones, o Payasos de corte), las Flautas de lengüeta (a veces Pastoras de Marzipan o Mirlitons), la Hada de Azúcar, y el Vals de las Flores. Las danzas en el Reino de los Dulces no siempre se ordenan así.
Después de las festividades, Clara se despierta debajo del árbol navideño con su cascanueces de madera, alegre por su aventura maravillosa, y el telón se cierra. (Sin embargo, en la versión de Balanchine, nunca se muestra Clara despertándose; sino, después de todas las danzas en el Reino de los Dulces, ella y el Príncipe Cascanueces cabalgan en un trineo en el estilo de Papá Noel incluyendo renos, y el telón se cae. Da la impresión que el «sueño» pasa en realidad, como en el cuento original de Hoffmann. La versión del Ballet Real parece implicar lo mismo; al final, el sobrino de Drosselmeyer, quien había sido transformado en un cascanueces, reaparece en una forma humana a la juguetería de Drosselmeyer).
En la actualidad, “El Cascanueces” es el ballet más popular: muchas compañías a nivel mundial la mantienen en su repertorio.
Fuente: http://es.globedia.com
Autora: Isis Quintero
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